Los jóvenes se preparan para la
presentación de su programa de rock y derechos humanos. Una Voz de fondo los va
presentando mientras que da instrucciones de qué hacer con cada uno. Al final
se detiene sobre Lucy, “esta, esta es la víctima e nuestras bromas”. La voz
salta a Villa y lo presenta en su contexto, “y éste, es la llave que nos
permitirá abrir esa caja fuerte”. Y continúa, “espere a que escuche las voces
de los niños” y salta a otra escena en donde la familia de Lucy se apresta a
ver el programa en directo. Dago García
canaleando encuentra el programa de tv.
“Y ahora el golpe final, esperen
a que todos vean esto”, “¡presidente!”
En el programa aparece un
entrevistado contradictor del gobierno de turno que lanza arengas en contra del
presidente. Se escucha la voz del presidente: “investíguenme a ver qué sucede
con ese programita,a mí un puñado de jovenzuelos no me la van a montar”.
Se escucha la voz del pensamiento
y se vé la imagen de Juana Uribe, “¿está listo mi té?” Y la voz le responde:
“sí, señora, ese programa sale del aire esta misma noche”. Juana sonríe a su
marido, mientras que este, que también ve el programa le comenta lo buen
formato que es y lo simpáticos que se ven esos muchachos al aire.
Corte a Dago García, quien hace
comentarios sobre el programa pues se ha comprometido a ser asesor del mismo.
Henao al otro lado del aparato,
“uy, que papayazo, quiero ese programa seis meses al aire”, “no me van a creer
mis amigos en el exterior cuando les cuente a quién encontré, esto es una
bomba”, “necesito que me traigan esa nena a Medellín, quiero verla, va a ser mi
productora personal, la top de las top”.
Se escuchan voces de periodistas,
policía, ejército y fiscalía comentando el programa que sigue al aire. La Voz a
Juana: “ya todos los que invitamos están hablando”. Se escucha una voz de
mando, “pínchenme a esa fulana”.
Termina el programa. Lucy
pregunta: “¿cómo nos fue en raiting?”, uno de los asistentes responde:
“espectacular”, los muchachos se ponen a sacar cuentas de la población
probable, 666.000 televidentes. Juana: “¿cómo?”
Voz: “esto se va a poner de
atar”.
Las siguientes semanas Juana
comienza a competir con el programita y su raiting decae más y más. Y comienza
a manipular a los medios para que hablen mal del programa y le produzcan un oso
enorme a la productora. Henao mientras tanto se relame, “esto es excelente, ya
conecté la señal a mi parabólica particular, Lucy y sus muchachos serán famosos
de aquí a Singapur”. Juana no entiende por qué la estrategia no funciona
mientras que Lucy comienza a recibir patrocinadores como arroz que no dan sino
chichiguas.
Henao se siente satisfecho y
comienza también a meter la mano también entre los entrevistados que son cada
vez de mayor nivel.
Juana: “! Que se muera de hambre!
, Henao: “¿por qué no se mueven los dineros?”, y le responden que hay mucha
gente de la fiscalía e infiltrados en torno al programa. Lucy no ve nada.
Lucy escribe a Dago García sobre
el programa y este le contesta en directo a través de la televisión, a ella le
parece un sueño. Juana salta de la rabia. Dago compitiendo contra sí mismo?
Aunque en el fondo se le nota que hay celos no solo profesionales sino también
afectivos.
Juana instruye a la voz para sabotear
la comunicación entre Dago y Lucy y hace creer a lucy de que habla con dago cuando en realidad es con la voz que
comienza a enamorarla. Dago verdadero no se explica por qué han cambiado las
comunicaciones de lucy hacia él, están un poco más íntimas.
Lucy incluso no se da cuenta de
los ataques informáticos hacia ella, como por ejemplo alterar el teclado para
que en ciertas partes de sus escritos solo se pueda escribir con mayúsculas y
no en el formato tipo oración.
Henao insiste en que Lucy tiene
que ir a verlo. Sus lugartenientes no entienden por qué, si existen
presentadoras más bonitas que ésta que a las que igual se les puede comprar el
programa. Henao mueve sus fichas y se inventa unos premios a la televisión
regional, ella tiene que quedar nominada.
Juana que escucha la conversación de Henao y que le
hace seguimiento a la convocatoria del concurso insiste en que Villa tiene que
ser invitado, así estos dos se conocen y terminan involucrándolos en los
negocios sucios de Henao. Al parecer Villa también tiene asuntos pendientes con
Juana.
Lucy en el aeropuerto se alista
para llegar al evento pero la deja la deja el avión, observa movimientos
extraños en el terminal. Llegan tarde a la premiación, ya se ha acabado,
aparentemente el premio se lo ha llevado la competencia. Preguntan sobre su
ubicación a dos realizadores paisas, entre ellos Villa y terminan de rumba esa
noche. Lucy y Villa se encarretan y se separan del grupo hasta el otro día. Al
día siguiente regresan a Bogotá.
Son recibidos con la noticia de que
el programa se acaba. Los muchachos de la competencia hacen alardes y
morisquetas por televisión. El grupo se desmotiva. Lucy presenta la propuesta
del programa a otros canales y en todos es rechazada. Aparece Villa en Bogotá y
le propone que se vayan para Medellín por un tiempo, Lucy acepta. Llegan a
vivir a un inquilinato.
En el inquilinato viven varias
personas de grupos paramilitares y un rockero, hay varias situaciones con los
habitantes de la casa que parecen ir y venir. Existe la percepción de sentirse
vigilados. Parece que todos buscan información. Lucy queda en embarazo y llega
como nuevo habitante de la casa un sicario. Lucy quiere regresar, el ambiente
le parece muy pesado pero Villa tiene que trabajar. Lucy pasa horas, días
enteros en compañía de los habitantes del inquilinato.
Se termina el contrato de Villa y
Lucy ya en avanzado estado de embarazo insiste en que regresen a la capital.
Lucy sigue viendo amenazas y extorsiones por televisión. Nace la bebé. En la
clínica aparece una señora que le advierte que su niña se la va a llevar del
país. Lucy entra en pánico. En TV, mientras amamanta a la bebé pasan películas
de terror en donde las víctimas son niños parecidos a sus hijos. Al final, Lucy
solo escucha en una telenovela “Maten a Catalina”, su hija. Fade a negro.
Lucy despierta en un hospital psiquiátrico.
Ahora escucha voces en su cabeza. Lucy vuelve a su casa y las voces no cesan,
retoma la comunicación con Dago García, siente que va a enloquecer, y le va
contando todos los incidentes, el primero, que le envían amenazas a través de
la televisión. Lucy se propone investigar la situación y le cuenta cuentos
bizarros basados en Las mil y una noches para que escriba sus libretos. Ahí
aparecen el Mago Kandú y amigos. Para sorpresa de ambos, la tele repite los
modelos de los diálogos, de los vestuarios, los temas. Y justos van sondeando
quién se mueve. Él escribe y ella ve televisión.
Villa se molesta, cada día tiene
más descuidada la niña, él no entiende qué ve en pantalla y hace preguntas.
Lucy cree que él debe trabajar y deciden montar una papelería en casa, así ella
aprovecha para mirar qué hizo mal en su empresa televisiva, en términos de
organización y él se gana unos pesos.
Lucy y Dago siguen inspeccionando
con meticulosidad, ahora la radio se mueve y Villa quien ahora enciende la
radio todos los días para acompañarse en la papelería va dando con el chiste y
comenta cada cosa que dicen. En la papelería trabaja el Conde como diseñador
gráfico aprendiz y entre todos echas chascarrillos, la radio les contesta.
Estamos locos todos. A Lucy se le mete en la cabeza revisar cada esquina de la
oficina a ver si es que tienen micrófonos ocultos. Eso le acarrea otro ingreso
a la clínica.
En la clínica aparecen dos
individuos vestidos de manera análoga a Dago García, uno pasa de noche y otro
de día, le preguntan por su estado de salud. Lucy cree que es Dago haciendo
presencia, se alegra. Ya fuera de la clínica, Villa y Lucy salen a comer fuera
y entra sorpresivamente un grupo de mariachis y le comienzan a cantar. Lucy le
agradece a Dago la serenata. No deja de asustarse.
El abuelo se ha aficionado a la
radio y ahora escucha a Diana Uribe, la historiadora. Lo hace acompañado de sus
nietos.
Y ahora Lucy mira por la ventana.
Cada vez que le escribe algo bonito a Dago se le parquean al frente un grupo
generoso, entre 8 y 15 carros rojos. Y cuando pelean por cualquier cosa, la
pantalla es imprudente, y se reconcilian, se le parquean igual número de carros
blancos. También sale a la calle y aparecen cualquier cantidad de
desmovilizados de todos los pelambres. Las personas en la calle parecen enviar
a través de indirectas amenazas. Desde cuándo la pantalla de tv produce calles?
Villa no le quiere creer,
prefiere que no salga más y Diana Uribe comienza a relatar la Segunda Guerra
Mundial. Lucy se siente Ana Frank. La calle se mueve desde su ventana, la
pantalla ahora busca los profesionales, el nombre del edificio y todo parece
conducir a una toma del edificio. “Vienen por mí”. Ingresa de nuevo a la
clínica. Ahora escucha las voces de sus niños y siente que se va a morir. Hay
voces que le repiten que deje de escribirle a García porque los tienen
referenciados. Los niños siguen jugando y sonriendo en su imaginación. Duerme.
De regreso a su casa, ahora las
voces no se van. En la calle observa caras parecidas a las de sus amigos y todo
parece una puesta en escena de Matrix. Escucha gente jugando la ouija, escucha
conversaciones de otras familias, incluso le traen capos de la mafia para
extraditarlos. Lucy siente que se le pegan a la piel. De repente una noche
escucha la voz de su abuelita, pide auxilio “Aquí estoy” y la embolatan con los
visitantes de su cabeza, ella sabe que la abuela va a morir y tiene que
escuchar en directo su dolor. La abuela efectivamente muere. Lucy sale de su
casa corriendo a las 3:00 a.m. para la casa de Dago García, quiere pedirle
disculpas, cree que él está molesto porque le escribe y que todos esos eventos
salen de allá. Se pierde en la calle y termina interceptada por la policía del
Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Cómo explicarle la situación? Inventa
que su amigo Dago García está desaparecido, que no contesta los mails, lo cual
es cierto, que los están extrosionando, que se pusieron agresivos y que ahora
envían mensajes con gentes en las calles y en las clínicas amenazando.
La suben en una patrulla y la
llevan a su casa. Ella entra y sale de la clínica. El panorama parece haber
cambiado, ahora solo ve uniformados y gente de civil en las calles. Eso le da
un respiro. Pero las voces siguen, ahora escuchan operativos militares, a un
militar lo están juzgando y Lucy entre en el juego de triangular los hechos y
hacer preguntas. El problema, según ella, hay un militar que tiene seis dedos
en un pie y en el sexto dedo está el infiltrado.
Villa enfurece, se va con la niña
para Medellín, Lucy no mejora. Lucy empaca maletas y se va tras él. En Medellín
vuelve y enferma, ve ojos por todas partes y es internada en la clínica. En la
clínica se encuentra con Henao quien se presenta como cuñado de Pablo Escobar y
le dice que quiere contar su historia para televisión. Ella le contesta que no
puede y le coge pánico a los sanatorios mentales. Decide volver a Bogotá sola y
separarse definitivamente de su compañero y de su hija.
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