viernes, 6 de mayo de 2016

Ya no soy yo.



Tendría que volver a reescribirme. Llevo ya varios años intentando iniciar una maestría. La primera tentativa fue a la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad Nacional, abrieron un programa nuevo en Escrituras Creativas y tenía en mi mente escribir guiones para películas. Presenté la documentación, tenía alguna experiencia en el tema a raíz de haber tomado una Especialización en Televisión con Omar Rincón, Sandro Romero Rey y Dago García, realmente no era que quisiera profundizar mucho, quería obtener el título de magister para acceder a algún cargo docente, producir películas implica una inversión de capital, al menos en los equipos, si hay gente que hace videos con celulares, el asunto era idear bien el producto audiovisual. Creo que tener un ingreso fijo mínimo permite ahorrar, endeudarse, acceder a crédito educativo, a un sistema de leasing para compra de vivienda. Realmente se necesitan entre dos y tres salarios mínimos. Salí hacia la universidad, tomé un taxi en la séptima con 60 y con algo de temor por bochinches previos en la universidad pública. Bajando por la 45, a la altura de la 18, percibo 4 taxis rodeando el vehículo en el que yo estaba montada, me sentí escoltada, tuve algunos problemas de seguridad, había firmado un contrato por ley 80 con Canal 13 de menor cuantía, realmente era una alianza estratégica, yo había trabajado sobre el rediseño del canal, la programación y realizamos dos programas para público infantil y juvenil, y a algún sector de las guerrillas colombianas se les ocurrió que yo tenía mucho dinero. Me hicieron un par de llamadas al celular preguntando por otra persona, previo a eso se me acercó una señora a la entrada del quirófano, estaba embarazada, y me dijo en jeringonza que tenía planeado sacar a mis hijos a través de una red de trata de personas, que gente como yo no merecía menos, esa semana mi hijo mayor salía de excursión de bachillerato al Amazonas brasilero y yo alcancé a pedir ayuda a Dago García, tenía todavía su mail de profesor, y le pedí que hablara con Hernán Orjuela, que era urgente que la Policía Nacional de Colombia investigara la situación, ellos montaron un operativo de acompañamiento a la excursión y verificaron las llamadas, el ELN. Volviendo a la 45 con 18, los 4 taxis se abren de manera coordinada y pasan en fila al lado del taxi que yo ocupaba, y los seguía una abeja! Sí, una abeja. La abeja volaba en línea recta en paralelo con el automotor, nos siguió por media cuadra, y justo en la 18, hay una diagonal hacia el norte, y la abeja cambió de repente de rumbo y se perdió detrás de los edificios.

Una de dos, o don Hernán Orjuela estaba pasado en chanzas del tipo También Caerás, ya empezaba yo a imaginar a Dago García como un superhombre, ó el chistesito era por cuenta de Uribe que nos mandó chuzar porque algunos muchachos se pasaron en objeciones durante el año que estuvo el programa al aire. Opté por creer lo segundo. 2 años antes, llegó una comunicación a Canal 13, nos invitaban a una premiación a lo mejor de la televisión regional y nos habían seleccionado en la categoría de Mejor Programa Juvenil Musical y ganó Mucha Música de City TV. Allí conocí al papá de mi hija, un productor de televisión hemipléjico que trabajaba en el programa de la Rama Judicial, seccional Antioquia, se llamaba En tela de juicio. Con este muchacho fuimos a vivir a Medellín y terminamos viviendo en un cupo universitario cerca al estadio, un barrio muy parecido a Galerías, en las peores condiciones, teníamos hasta “room mate” sicario, un día, yo en embarazo, bajé a buscar algo de comer a la cocina y este señor ha sacado mi queso, sacó un cuchillo hechizo, partió el bocado que efectivamente deglutió y colocó el cuchillo sobre el mesón de la cocina como para que no quedaran dudas de quien era el dueño del lugar, había también un paraco desmovilizado y un muchacho rockero bogotano de quien luego se descubrió, con todo este seguimiento que hizo la Policía, que cuando llamaba a Bogotá sus llamadas eran contestadas por otra persona que se hacía pasar por su mamá, ni la mamá, ni él se habían percatado que estuvieron incomunicados por más de 20 años. Antioquia tiene sus cosas, cada vez que llego al terminal de buses intermunicipales, tengo que presentarme ante un señor que vende tinto y cuida la llegada y quien invariablemente pregunta, se va a quedar en la ciudad? Por cuánto tiempo? A qué viene? Y cierra la conversación con un “Ojalá que sea bien recibida y que regrese ligero y con bien a su casa”. E indefectiblemente todo el mundo habla jeringonza. Pero, qué es la jeringonza? Con una señora con la que eventualmente nos encontramos a través de señales de radio loca, la bola loca o el telebolito lo llaman en Medellín o en Cali, que integra su casa con la mía, presencia real de células del ELN que se refieren a nuestros hijos como “Prole go menos” y se identifican como “Oligo elementos”, el tema es serio!

En la siguiente oportunidad me presenté a la Universidad Minuto de Dios para avanzar sobre una maestría en Comunicaión, Desarrollo y Cambio Social, tampoco pude iniciar el semestre por problemas de salud y de seguridad.

Luego de muchas situaciones de riesgo en las que se cuenta un encuentro con Fernando Henao, cuñado de Pablo Escobar en Medellín, yo tuve una crisis de pánico por lo cual fui internada como por quinta vez en el servicio de psiquiatría, se me acerca un señor como de 70 años, 1,70 cms. De estatura de cabello cenizo, gafas lopistas, trigueño y me pregunta que yo a qué me dedico, le dije, soy productora audiovisual, me dice, mucho gusto, soy el cuñado de Escobar y quiero contar la historia de Pablo en televisión,  le dije, yo estoy en tratamiento, yo no hago ese perfil de productos, no es conmigo. Luego no lo volví a ver, dejó un ajedrez sobre una mesa, más recientemente me dijo a través del telebolo, ya estando de vuelta a Bogotá, que hablaba con Alfonso López Michelsen sobre una posible negociación en su caso, a mí me importó un comino si don Alfonso López tenía pegados los pelos del culo al tablero de ajedrez y cambié las fichas de lugar, se podrá parar en las pestañas y morder los codos, a mí su juego me importaba y yo no tenía por qué estar ahí.

Me separé y volví a Bogotá, el papá se quedó con mi hija de tres años porque en mi estado de salud mental él consideraba que no estaba en capacidad de cuidar a la niña, evité el problema legal.

Ya en Bogotá, comenzaron a suceder situaciones de calle al frente de mi edificio, contrataron a través de casting personas parecidas a mis familiares fallecidos y ubicaron dos actores, uno muy parecido al comandante papito, Pizarro León.Gómez y otro a Pardo Leal, yo hice mis averiguaciones en tanto tenía algo de salud, por el telebolito, “espero que se acuerden”. Pues al parecer, yo puedo usar el pues con total propiedad, que se trataba de una estrategia relacionada con los procesos de verdad, justicia y reparación del M-19 y yo era la última, más de 20 años después que era lo acordado. Paralelo a eso, hubo una reunión de muchachos paisas en un balcón de un edificio vecino que echaban vivas a La Terraza, y durante unos tres días, hubo un evento de vehículos rojos y blancos parqueados frente al edificio. Quise comunicarme a la Policía y oh sorpresa, el teléfono no funcionaba, quise comunicarme vía internet y sucedió algo extraño, la computadora puso una pantalla como la de Matrix y se llevaron toda la información de mi computador. Comencé a escuchar sonidos.

Ya antes tenía la sensación de que me hacían eco a través de la televisión, en una primera instancia estaba convencida de que Dago García hablaba conmigo y coordinaba acciones con la policía, en este momento mi pantalla cambió de escenario, comencé a ver programas de televisión intimidantes y luego extorsivas, y recuerdo muy especialmente dos producciones: una, era Chucky, el muñeco diabólico, en el que participaba un actor infantil muy parecido a mi hijo mediano, y el otro, un documental sobre guerrilleras desmovilizadas que traía jeringonza incluída y en lugar de hablar sobre su desmovilización hacía apología a la guerrilla e invitaba a unirse a las FARC. Hubo varios sucesos entre los que se encontraba escuchar voces de un pasillo de la muerte, presenciar un ajusticiamiento, presenciar la extradición de Rodríguez Orejuela y alucinar por 36 horas seguidas con escorpiones en mi entorno y sensación de arañas en el cuerpo y cambios bruscos en la temperatura corporal. Fueron varias entradas más al servicio de psiquiatría. En estos días, alguien explicaba mi situación así: usted tiene sonido sorrounding a través de una especie de audífonos, en el fondo hay una confrontación entre el ejército y la guerrilla, usted reacciona y se tira al suelo, entra su familia y lo ve y lo reenvían al sistema de salud, con el agravante, en mi caso, que falleció el Mono Jojoy, y la familia que quién sabe qué señal estaba recibiendo a través de los medios, ingresa al sistema de psiquiatría que me atiende a mí. Me negué de tajo volver al servicio pero ahora tengo que garantizar a mi familia que sigo el tratamiento del psiquiatra al pie de la letra. No tener el apoyo de la familia es bastante desobligante.
No obstante yo investigué. Estuve de visita en Medellín, caminábamos por la calle con mi hija y se nos apareció un señor parecido a Marín, lo que estuvo más cercano era un cajero automático de AV Villas, ingresé y grité a la cámara que ese señor me estaba siguiendo. Yo supongo que en ese momento la Policía de Medellín investiga y logran tomar un video del señor, luego me informarían que efectivamente se trataba de uno de los hijos. La Policía en Bogotá instala un equipo en mi computador, reporté varias fallas y la investigación conduce a unos hackers del narcotráfico que eventualmente fueron entregados por la guerrilla de las FARC, y dejan mi computador pegado al de la Casa Estudio de Caracol, también en el sector de Galerías, tuve que mudarme de casa porque los shows en la calle eran tremendos, yo espero que la Policía haya dejado bien documentado el problema mientras que yo no estuve, prácticamente volvieron la calle de mi edificio escenario de sus actividades pese a que solicité que más bien buscaran una guarnición militar para eso.

Mi computador queda en manos de Caracol, así como los equipos del café internet de las FARC, y comienzan a devolver los aparatajes. En primer lugar revisan los daños de las Torres Gemelas, habían dos señales conectadas, unos aparatos que habían dejado tirados de la operación a Hussein en Cuba y que las guerrillas, tanto las FARC como el ELN habían apropiado, de hecho mi mamá era muy parecida en su biotipo  a Hussein, tuvo un fallecimiento dramático porque conectaron unos equipos para enterarse de los operativos en IRAK, dice Aida Abella que estas tecnologías responden a una doctrina norteamericana de seguridad. Los otros equipos eran hubs, nodos, y decodificadores correspondientes de manera concreta a los ataques del 11 de septiembre. Yo entré en contacto con amigos norteamericanos, algunos con familiares marines y logramos que se llevaran todas las señales. Los norteamericanos establecieron que ellos recogían los equipos hasta el computador madre que recibe las señales a cada país del continente y que los arreglos al interior de los países ya corrían por cuenta de cada estado nacional.

En el proceso de recolección de los equipos se unió la Cruz Roja Colombiana a quienes me integré para atender personas en crisis, mayoritariamente mujeres, en su momento informaron que pacientes graves habían sigo 15 mujeres y un señor capitán del ejército, siguen apareciendo personas en todo el territorio nacional. Casi todas en estado de pánico u oración, varias de ellas venían de los operativos a la Iglesia del Espíritu Santo, con estos equipos sugestionan a las personas para que ocurran hechos como Wako, recuerden que incluso el narcotráfico puso al servicio de las guerrillas gente como Yair Klein para que les diera instrucción militar y sobre el manejo de tecnologías iraquíes e israelitas, parecidas a las que utiliza el ejército colombiano, e incluso manejadas con mejor pericia porque el ejército está en la obligación de cumplir con las normas técnicas del fabricante, con el DIH, no puede escudarse en civiles y no contaron con daños en el casco de la base de Tolemaida, la filtración a las telecomunicaciones de Tolú, el viejo, la filtración a las redes de telecomunicaciones en Pisba, Letras, y La Vieja, entre otras, acometidas a las hidroeléctricas, atentados a la ciudadanía haciendo uso de las redes de gas domiciliario, chuzadas desde las cajas de telefonía, uso de equipos análogos para su show mediático en los municipios, atención por cuadrantes a los usuarios de los servicios de voz, datos y video desde canales comunitarios, e incluso se definió que cuando Caracol Televisión puso al aire los pecesitos para la revisión de sus tecnologías, había sido el momento y el lugar en el que estos delincuentes aprovecharon para apagar la señal de muchos abonados. Y también hubo desmanes en los contenidos de los medios privados.

Mientras esperaba, investigué mucho sobre tecnología, la voz de una cantante de ópera puede romper una copa y yo estaba adolorida por sobre-exposición a señales, incluso me hicieron una revisión utilizando equipos de radiología y me declararon en shock nervioso con afectación al sistema nervioso central, mis hijos no sabían lo que ocurría, largos periodos de sueño y somatización, stress muscular, de hecho mi hijo entraba en crisis y pateaba el sofá en el que me dormía, “despierta ya, ¡mama! ¡Despierta!” y entraban en periodos de impotencia, mi hijo mayor me valoraba hablando un rato conmigo y mirando qué tan coherente estaba en mi argumentación. Tiempo después le dije a mi hijo mediano que la intervención en primeros auxilios era correcta en el caso de un shock nervioso, que uno debe como rescatista procurar que la persona permanezca despierta, pero que sobraban las patadas al catre.´

Sobre el tema de medios, peleé con ellos todo el tiempo porque a pesar de restablecer la señal, ellos seguían censurando, injuriando, calumniando y agrediendo con sus contenidos. La falta de auto-crítica de los medios y de apoyo a la fuerza pública, no siguen las instrucciones, ni siquiera las de revisar su tecnología, ocurrió cuando el periodista Manuel Teodora pudo reconocer que no tenía a sus periodistas asociados en todo el continente en su computadora, ¿a dónde fueron los medios asociados? ¿Quién les estaba haciendo llegar información? ¿Y con qué fin? Pensemos que el problema son las Torres Gemelas, cuánto tiempo estuvieron incomunicados los periodistas del continente, tomando en consideración que ya en los Estados Unidos tenían detectados problemas con las señales expuestas de los propietarios de las oficinas de las torres, hubo pérdida de información de los computadores de los edificios e incluso observaron que la economía se podía desplomar al no aparecer, por ejemplo, el empresario que espera unos containers con cualquier producto en cualquiera de los muelles del país. No obstante, a los medios el ejército les prestó el servicio y están en ese problema de resolver los problemas con la tecnología.

Yo estuve activa todo el tiempo, ya voy para más de 10 años con el problema, el programa terminó en 2002, desde el 2004, 12 años. Escribí toda la experiencia a través de blogs, muchos de los software que encontré o eran ilegales, o los habían extraído de empresas desarrolladoras de software, estuve escribiendo y observando, revisando si mi documento llegaba a los correos de otras personas, envié mucha información a los medios y entidades gubernamentales tanto en Colombia como en el exterior, incluso sin poder articular una frase por el miedo, ni en español o en inglés, pues estimaba que los alcances del telebolito no alcanzaban para explicar toda la situación, ni todas las situaciones que ocurren en él son explicables. Hubo muchas confrontaciones con las guerrillas, muchas alecciones incluso de carácter sexual, muchos encuentros con múltiples individuos al margen de la ley, no porque yo los buscara activamente sino porque el Cartel de Medellín así lo disponía. Tuve mucho miedo porque hubo un tiempo en el que me retenían a mi hija con su papá en Medellín, me incomunicaban parcialmente de ellos, todo el tiempo me recordaban que la mitad de mi familia estaba en su territorio e hice un material en internet con cuentos, con libros, con fotos para mis hijos. Cuando me dí cuenta que no estaban recibiendo información, yo le pedí a un amigo del M-19 que viajara y preguntara, escribí a Fecode, al Ministerio de Educación, al Ministerio de Cultura, a las Asociaciones de Colegios Privados, Religiosos y Universidades, para que revisaran los contenidos y utilizaran el material si encontraban que pudiera ayudar. Toda la información está en la web, tengo más lectores en el exterior que en el país y la señal salió a través de Cuba porque los aparatos de la guerrilla están conectados a Cuba y a Brasil mediante señales de telefonía satelital que dejaron las mafias.


Finalmente, llegó el momento de salir y trabajar, ya a los 45 años es difícil el problema de conseguir empleo y he estado en una larga convalescencia. Este proceso de volver a tomar el transmilenio, hablar con otras personas que no vieron nada y que difícilmente entenderán lo que le ocurre a uno es largo y tedioso. La confianza de algunos funcionarios de Claro, a donde fui a pedir empleo, fue muy importante para entender cómo funcionan las telecomunicaciones y qué tecnologías estaban fallando, además tuve la oportunidad de reir, de llorar, las emociones se enredan, uno pasa del miedo al pánico, a la paranoia, al estrés, o se hiperconcentra en la solución del problema y queda poco tiempo para uno mismo y encontré que estaba con vida, que era mujer, que podía volver a sentir afecto, tuve un tiempo en el que quería volver a ser mamá, mis hijos crecieron sin mí, y no ha sido sencillo, estuve en una casa de asistencialismo para adultos mayores, mi papá ya no sabía en dónde ubicarme y eso me produjo un miedo enorme, no voy a volver a mi casa, no voy a volver a ser productiva, y tengo un gran reto encima, poder vivir de lo que hago, yo soy artista plástica, si es eso, pues bueno, que se vea el ingreso y orgullo de trabajar. Sé que soy buena en lo que hago, que soy dedicada a mi oficio, necesito una oportunidad y alguien que patrocine mi formación en el campo del periodismo. También tengo habilidades como reportera gráfica. 


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