Tendría
que volver a reescribirme. Llevo ya varios años intentando iniciar una
maestría. La primera tentativa fue a la Facultad de Artes y Humanidades de la
Universidad Nacional, abrieron un programa nuevo en Escrituras Creativas y
tenía en mi mente escribir guiones para películas. Presenté la documentación,
tenía alguna experiencia en el tema a raíz de haber tomado una Especialización
en Televisión con Omar Rincón, Sandro Romero Rey y Dago García, realmente no
era que quisiera profundizar mucho, quería obtener el título de magister para
acceder a algún cargo docente, producir películas implica una inversión de
capital, al menos en los equipos, si hay gente que hace videos con celulares,
el asunto era idear bien el producto audiovisual. Creo que tener un ingreso
fijo mínimo permite ahorrar, endeudarse, acceder a crédito educativo, a un
sistema de leasing para compra de vivienda. Realmente se necesitan entre dos y
tres salarios mínimos. Salí hacia la universidad, tomé un taxi en la séptima
con 60 y con algo de temor por bochinches previos en la universidad pública.
Bajando por la 45, a la altura de la 18, percibo 4 taxis rodeando el vehículo
en el que yo estaba montada, me sentí escoltada, tuve algunos problemas de
seguridad, había firmado un contrato por ley 80 con Canal 13 de menor cuantía,
realmente era una alianza estratégica, yo había trabajado sobre el rediseño del
canal, la programación y realizamos dos programas para público infantil y
juvenil, y a algún sector de las guerrillas colombianas se les ocurrió que yo
tenía mucho dinero. Me hicieron un par de llamadas al celular preguntando por
otra persona, previo a eso se me acercó una señora a la entrada del quirófano,
estaba embarazada, y me dijo en jeringonza que tenía planeado sacar a mis hijos
a través de una red de trata de personas, que gente como yo no merecía menos,
esa semana mi hijo mayor salía de excursión de bachillerato al Amazonas
brasilero y yo alcancé a pedir ayuda a Dago García, tenía todavía su mail de
profesor, y le pedí que hablara con Hernán Orjuela, que era urgente que la
Policía Nacional de Colombia investigara la situación, ellos montaron un
operativo de acompañamiento a la excursión y verificaron las llamadas, el ELN.
Volviendo a la 45 con 18, los 4 taxis se abren de manera coordinada y pasan en
fila al lado del taxi que yo ocupaba, y los seguía una abeja! Sí, una abeja. La
abeja volaba en línea recta en paralelo con el automotor, nos siguió por media
cuadra, y justo en la 18, hay una diagonal hacia el norte, y la abeja cambió de
repente de rumbo y se perdió detrás de los edificios.
Una
de dos, o don Hernán Orjuela estaba pasado en chanzas del tipo También Caerás,
ya empezaba yo a imaginar a Dago García como un superhombre, ó el chistesito
era por cuenta de Uribe que nos mandó chuzar porque algunos muchachos se
pasaron en objeciones durante el año que estuvo el programa al aire. Opté por
creer lo segundo. 2 años antes, llegó una comunicación a Canal 13, nos
invitaban a una premiación a lo mejor de la televisión regional y nos habían
seleccionado en la categoría de Mejor Programa Juvenil Musical y ganó Mucha
Música de City TV. Allí conocí al papá de mi hija, un productor de televisión
hemipléjico que trabajaba en el programa de la Rama Judicial, seccional
Antioquia, se llamaba En tela de juicio. Con este muchacho fuimos a vivir a
Medellín y terminamos viviendo en un cupo universitario cerca al estadio, un
barrio muy parecido a Galerías, en las peores condiciones, teníamos hasta “room
mate” sicario, un día, yo en embarazo, bajé a buscar algo de comer a la cocina
y este señor ha sacado mi queso, sacó un cuchillo hechizo, partió el bocado que
efectivamente deglutió y colocó el cuchillo sobre el mesón de la cocina como
para que no quedaran dudas de quien era el dueño del lugar, había también un
paraco desmovilizado y un muchacho rockero bogotano de quien luego se
descubrió, con todo este seguimiento que hizo la Policía, que cuando llamaba a
Bogotá sus llamadas eran contestadas por otra persona que se hacía pasar por su
mamá, ni la mamá, ni él se habían percatado que estuvieron incomunicados por
más de 20 años. Antioquia tiene sus cosas, cada vez que llego al terminal de
buses intermunicipales, tengo que presentarme ante un señor que vende tinto y
cuida la llegada y quien invariablemente pregunta, se va a quedar en la ciudad?
Por cuánto tiempo? A qué viene? Y cierra la conversación con un “Ojalá que sea
bien recibida y que regrese ligero y con bien a su casa”. E indefectiblemente
todo el mundo habla jeringonza. Pero, qué es la jeringonza? Con una señora con
la que eventualmente nos encontramos a través de señales de radio loca, la bola
loca o el telebolito lo llaman en Medellín o en Cali, que integra su casa con
la mía, presencia real de células del ELN que se refieren a nuestros hijos como
“Prole go menos” y se identifican como “Oligo elementos”, el tema es serio!
En
la siguiente oportunidad me presenté a la Universidad Minuto de Dios para
avanzar sobre una maestría en Comunicaión, Desarrollo y Cambio Social, tampoco
pude iniciar el semestre por problemas de salud y de seguridad.
Luego
de muchas situaciones de riesgo en las que se cuenta un encuentro con Fernando
Henao, cuñado de Pablo Escobar en Medellín, yo tuve una crisis de pánico por lo
cual fui internada como por quinta vez en el servicio de psiquiatría, se me
acerca un señor como de 70 años, 1,70 cms. De estatura de cabello cenizo, gafas
lopistas, trigueño y me pregunta que yo a qué me dedico, le dije, soy
productora audiovisual, me dice, mucho gusto, soy el cuñado de Escobar y quiero
contar la historia de Pablo en televisión,
le dije, yo estoy en tratamiento, yo no hago ese perfil de productos, no
es conmigo. Luego no lo volví a ver, dejó un ajedrez sobre una mesa, más
recientemente me dijo a través del telebolo, ya estando de vuelta a Bogotá, que
hablaba con Alfonso López Michelsen sobre una posible negociación en su caso, a
mí me importó un comino si don Alfonso López tenía pegados los pelos del culo
al tablero de ajedrez y cambié las fichas de lugar, se podrá parar en las pestañas
y morder los codos, a mí su juego me importaba y yo no tenía por qué estar ahí.
Me
separé y volví a Bogotá, el papá se quedó con mi hija de tres años porque en mi
estado de salud mental él consideraba que no estaba en capacidad de cuidar a la
niña, evité el problema legal.
Ya
en Bogotá, comenzaron a suceder situaciones de calle al frente de mi edificio,
contrataron a través de casting personas parecidas a mis familiares fallecidos
y ubicaron dos actores, uno muy parecido al comandante papito, Pizarro León.Gómez
y otro a Pardo Leal, yo hice mis averiguaciones en tanto tenía algo de salud,
por el telebolito, “espero que se acuerden”. Pues al parecer, yo puedo usar el
pues con total propiedad, que se trataba de una estrategia relacionada con los
procesos de verdad, justicia y reparación del M-19 y yo era la última, más de
20 años después que era lo acordado. Paralelo a eso, hubo una reunión de
muchachos paisas en un balcón de un edificio vecino que echaban vivas a La
Terraza, y durante unos tres días, hubo un evento de vehículos rojos y blancos
parqueados frente al edificio. Quise comunicarme a la Policía y oh sorpresa, el
teléfono no funcionaba, quise comunicarme vía internet y sucedió algo extraño,
la computadora puso una pantalla como la de Matrix y se llevaron toda la
información de mi computador. Comencé a escuchar sonidos.
Ya
antes tenía la sensación de que me hacían eco a través de la televisión, en una
primera instancia estaba convencida de que Dago García hablaba conmigo y
coordinaba acciones con la policía, en este momento mi pantalla cambió de
escenario, comencé a ver programas de televisión intimidantes y luego
extorsivas, y recuerdo muy especialmente dos producciones: una, era Chucky, el
muñeco diabólico, en el que participaba un actor infantil muy parecido a mi
hijo mediano, y el otro, un documental sobre guerrilleras desmovilizadas que
traía jeringonza incluída y en lugar de hablar sobre su desmovilización hacía apología
a la guerrilla e invitaba a unirse a las FARC. Hubo varios sucesos entre los
que se encontraba escuchar voces de un pasillo de la muerte, presenciar un
ajusticiamiento, presenciar la extradición de Rodríguez Orejuela y alucinar por
36 horas seguidas con escorpiones en mi entorno y sensación de arañas en el
cuerpo y cambios bruscos en la temperatura corporal. Fueron varias entradas más
al servicio de psiquiatría. En estos días, alguien explicaba mi situación así:
usted tiene sonido sorrounding a través de una especie de audífonos, en el
fondo hay una confrontación entre el ejército y la guerrilla, usted reacciona y
se tira al suelo, entra su familia y lo ve y lo reenvían al sistema de salud,
con el agravante, en mi caso, que falleció el Mono Jojoy, y la familia que
quién sabe qué señal estaba recibiendo a través de los medios, ingresa al
sistema de psiquiatría que me atiende a mí. Me negué de tajo volver al servicio
pero ahora tengo que garantizar a mi familia que sigo el tratamiento del
psiquiatra al pie de la letra. No tener el apoyo de la familia es bastante
desobligante.
No
obstante yo investigué. Estuve de visita en Medellín, caminábamos por la calle
con mi hija y se nos apareció un señor parecido a Marín, lo que estuvo más
cercano era un cajero automático de AV Villas, ingresé y grité a la cámara que
ese señor me estaba siguiendo. Yo supongo que en ese momento la Policía de
Medellín investiga y logran tomar un video del señor, luego me informarían que
efectivamente se trataba de uno de los hijos. La Policía en Bogotá instala un
equipo en mi computador, reporté varias fallas y la investigación conduce a
unos hackers del narcotráfico que eventualmente fueron entregados por la
guerrilla de las FARC, y dejan mi computador pegado al de la Casa Estudio de
Caracol, también en el sector de Galerías, tuve que mudarme de casa porque los
shows en la calle eran tremendos, yo espero que la Policía haya dejado bien
documentado el problema mientras que yo no estuve, prácticamente volvieron la
calle de mi edificio escenario de sus actividades pese a que solicité que más
bien buscaran una guarnición militar para eso.
Mi
computador queda en manos de Caracol, así como los equipos del café internet de
las FARC, y comienzan a devolver los aparatajes. En primer lugar revisan los
daños de las Torres Gemelas, habían dos señales conectadas, unos aparatos que
habían dejado tirados de la operación a Hussein en Cuba y que las guerrillas,
tanto las FARC como el ELN habían apropiado, de hecho mi mamá era muy parecida
en su biotipo a Hussein, tuvo un
fallecimiento dramático porque conectaron unos equipos para enterarse de los
operativos en IRAK, dice Aida Abella que estas tecnologías responden a una
doctrina norteamericana de seguridad. Los otros equipos eran hubs, nodos, y
decodificadores correspondientes de manera concreta a los ataques del 11 de
septiembre. Yo entré en contacto con amigos norteamericanos, algunos con
familiares marines y logramos que se llevaran todas las señales. Los
norteamericanos establecieron que ellos recogían los equipos hasta el
computador madre que recibe las señales a cada país del continente y que los
arreglos al interior de los países ya corrían por cuenta de cada estado
nacional.
En
el proceso de recolección de los equipos se unió la Cruz Roja Colombiana a
quienes me integré para atender personas en crisis, mayoritariamente mujeres,
en su momento informaron que pacientes graves habían sigo 15 mujeres y un señor
capitán del ejército, siguen apareciendo personas en todo el territorio
nacional. Casi todas en estado de pánico u oración, varias de ellas venían de
los operativos a la Iglesia del Espíritu Santo, con estos equipos sugestionan a
las personas para que ocurran hechos como Wako, recuerden que incluso el
narcotráfico puso al servicio de las guerrillas gente como Yair Klein para que
les diera instrucción militar y sobre el manejo de tecnologías iraquíes e
israelitas, parecidas a las que utiliza el ejército colombiano, e incluso
manejadas con mejor pericia porque el ejército está en la obligación de cumplir
con las normas técnicas del fabricante, con el DIH, no puede escudarse en
civiles y no contaron con daños en el casco de la base de Tolemaida, la
filtración a las telecomunicaciones de Tolú, el viejo, la filtración a las
redes de telecomunicaciones en Pisba, Letras, y La Vieja, entre otras,
acometidas a las hidroeléctricas, atentados a la ciudadanía haciendo uso de las
redes de gas domiciliario, chuzadas desde las cajas de telefonía, uso de
equipos análogos para su show mediático en los municipios, atención por
cuadrantes a los usuarios de los servicios de voz, datos y video desde canales
comunitarios, e incluso se definió que cuando Caracol Televisión puso al aire
los pecesitos para la revisión de sus tecnologías, había sido el momento y el
lugar en el que estos delincuentes aprovecharon para apagar la señal de muchos
abonados. Y también hubo desmanes en los contenidos de los medios privados.
Mientras
esperaba, investigué mucho sobre tecnología, la voz de una cantante de ópera
puede romper una copa y yo estaba adolorida por sobre-exposición a señales,
incluso me hicieron una revisión utilizando equipos de radiología y me
declararon en shock nervioso con afectación al sistema nervioso central, mis
hijos no sabían lo que ocurría, largos periodos de sueño y somatización, stress
muscular, de hecho mi hijo entraba en crisis y pateaba el sofá en el que me
dormía, “despierta ya, ¡mama! ¡Despierta!” y entraban en periodos de
impotencia, mi hijo mayor me valoraba hablando un rato conmigo y mirando qué
tan coherente estaba en mi argumentación. Tiempo después le dije a mi hijo
mediano que la intervención en primeros auxilios era correcta en el caso de un shock
nervioso, que uno debe como rescatista procurar que la persona permanezca
despierta, pero que sobraban las patadas al catre.´
Sobre
el tema de medios, peleé con ellos todo el tiempo porque a pesar de restablecer
la señal, ellos seguían censurando, injuriando, calumniando y agrediendo con
sus contenidos. La falta de auto-crítica de los medios y de apoyo a la fuerza
pública, no siguen las instrucciones, ni siquiera las de revisar su tecnología,
ocurrió cuando el periodista Manuel Teodora pudo reconocer que no tenía a sus
periodistas asociados en todo el continente en su computadora, ¿a dónde fueron
los medios asociados? ¿Quién les estaba haciendo llegar información? ¿Y con qué
fin? Pensemos que el problema son las Torres Gemelas, cuánto tiempo estuvieron
incomunicados los periodistas del continente, tomando en consideración que ya
en los Estados Unidos tenían detectados problemas con las señales expuestas de
los propietarios de las oficinas de las torres, hubo pérdida de información de
los computadores de los edificios e incluso observaron que la economía se podía
desplomar al no aparecer, por ejemplo, el empresario que espera unos containers
con cualquier producto en cualquiera de los muelles del país. No obstante, a
los medios el ejército les prestó el servicio y están en ese problema de
resolver los problemas con la tecnología.
Yo
estuve activa todo el tiempo, ya voy para más de 10 años con el problema, el
programa terminó en 2002, desde el 2004, 12 años. Escribí toda la experiencia a
través de blogs, muchos de los software que encontré o eran ilegales, o los
habían extraído de empresas desarrolladoras de software, estuve escribiendo y
observando, revisando si mi documento llegaba a los correos de otras personas,
envié mucha información a los medios y entidades gubernamentales tanto en
Colombia como en el exterior, incluso sin poder articular una frase por el
miedo, ni en español o en inglés, pues estimaba que los alcances del telebolito
no alcanzaban para explicar toda la situación, ni todas las situaciones que
ocurren en él son explicables. Hubo muchas confrontaciones con las guerrillas,
muchas alecciones incluso de carácter sexual, muchos encuentros con múltiples
individuos al margen de la ley, no porque yo los buscara activamente sino
porque el Cartel de Medellín así lo disponía. Tuve mucho miedo porque hubo un
tiempo en el que me retenían a mi hija con su papá en Medellín, me
incomunicaban parcialmente de ellos, todo el tiempo me recordaban que la mitad
de mi familia estaba en su territorio e hice un material en internet con
cuentos, con libros, con fotos para mis hijos. Cuando me dí cuenta que no
estaban recibiendo información, yo le pedí a un amigo del M-19 que viajara y
preguntara, escribí a Fecode, al Ministerio de Educación, al Ministerio de
Cultura, a las Asociaciones de Colegios Privados, Religiosos y Universidades,
para que revisaran los contenidos y utilizaran el material si encontraban que
pudiera ayudar. Toda la información está en la web, tengo más lectores en el
exterior que en el país y la señal salió a través de Cuba porque los aparatos
de la guerrilla están conectados a Cuba y a Brasil mediante señales de
telefonía satelital que dejaron las mafias.
Finalmente,
llegó el momento de salir y trabajar, ya a los 45 años es difícil el problema
de conseguir empleo y he estado en una larga convalescencia. Este proceso de
volver a tomar el transmilenio, hablar con otras personas que no vieron nada y
que difícilmente entenderán lo que le ocurre a uno es largo y tedioso. La
confianza de algunos funcionarios de Claro, a donde fui a pedir empleo, fue muy
importante para entender cómo funcionan las telecomunicaciones y qué
tecnologías estaban fallando, además tuve la oportunidad de reir, de llorar,
las emociones se enredan, uno pasa del miedo al pánico, a la paranoia, al
estrés, o se hiperconcentra en la solución del problema y queda poco tiempo
para uno mismo y encontré que estaba con vida, que era mujer, que podía volver
a sentir afecto, tuve un tiempo en el que quería volver a ser mamá, mis hijos
crecieron sin mí, y no ha sido sencillo, estuve en una casa de asistencialismo
para adultos mayores, mi papá ya no sabía en dónde ubicarme y eso me produjo un
miedo enorme, no voy a volver a mi casa, no voy a volver a ser productiva, y
tengo un gran reto encima, poder vivir de lo que hago, yo soy artista plástica,
si es eso, pues bueno, que se vea el ingreso y orgullo de trabajar. Sé que soy
buena en lo que hago, que soy dedicada a mi oficio, necesito una oportunidad y
alguien que patrocine mi formación en el campo del periodismo. También tengo
habilidades como reportera gráfica.
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